El tiempo se detiene en Granada, en la España de 1963, es verano. El calor se apodera de todos y de todo, y los días no avanzan en el calendario. Hasta que alguien dice tu nombre, te elige a ti y entonces tienes que decidir el camino a seguir.
En estas pocas líneas podría resumir muy brevemente la última novela de Luis García Montero, al que sólo conocía en su faceta de poeta.
Alguien dice tu nombre (editorial Alfaguara, 2014), es el cuaderno de bitácora de León Egea, un joven de apenas 20 años, cuyo verano del 63 será un gran viaje por la vida, el amor y el conocimiento humano, dentro de una ciudad, Granada, sumergida en un ambiente estático, casi invisible, donde nadie ni nada es lo que parece, el miedo, la apatía o la propia supervivencia engullen a toda la ciudad en un reloj sin cuerda. A pesar de ello, el protagonista lucha por aprender, por encontrar su camino y ser feliz.
Narrada con un lirismo sincero, llano pero al mismo tiempo evocador, García Montero te lleva (en pleno diciembre, que es cuando leí la obra) a respirar el sopor del verano, a tocar la arena de la playa o sentir la brisa de la costa granadina. Incluso se puede llegar a escuchar el rumor del ventilador del techo de la oficina, donde trabajaba el protagonista:
“Sacude su chaqueta beis como si fuese una vela acostumbrada a desafiar el horizonte. Se sacude también el alma con una sonrisa. Parece feliz”
Desde luego la novela deja entrever a un gran poeta como Luis García Montero entre sus líneas, al que, como podéis comprobar, tengo gran admiración.
Os invito a que os asoméis a esta historia, a ese verano iniciático, o momento en el que dejamos de ser unos niños, ese tiempo que marca nuestro rumbo, nuestro paso a la vida adulta, en el cual, alguien o algo dice nuestro nombre, pero de verdad y ya nada vuelve a ser lo mismo.
Solo me queda deciros que Alguien dice tu nombre es un libro escrito con fe en la vida y en la felicidad, como reza la dedicatoria que Luis García Montero escribió en mi ejemplar, y desde luego, no puedo estar más de acuerdo con él.
Felices lecturas y hasta el próximo post!